martes, 3 de diciembre de 2013

El pan de cada dia

He decidido que tengo que volver a preocuparme un poco mas de mis blogs, de mis lectores y de mis recetas.
Cuando comencé a escribir este blog lo hice como todo con un gran entusiasmo, que pronto se fue apagando o fue perdiendo en fuerza debido a Dios sabe que cosas tan importantes en mi vida.

Seguramente se trata se de que yo a mi mismo me decía que no había tiempo para escribir porque tenia muchas cosas que hacer, o le echaba la culpa a la musa que no venia a inspirarme para que, una vez sentado, las frases se fueran ordenando en mi cabeza de manera que pudiese escribirlas rápidamente, con cierto gusto, ironía o simple gracia.

Pero eso es una mentira piadosa que yo mismo me contaba, porque resulta que de repente todos los días tenia tiempo para hacer una de las cosas mas maravillosas que se pueden hacer en la cocina: pan!

Desde hace unos meses, muchos ya, todos los días hay pan fresco en casa, con su aroma, su sabor y su trabajo. Pero lo mejor de todo es con su sabor! O sabores, ya que en un principio se trato de pan blanco, de molde, muy corriente, pero ya ha osado a otros panes y formas mas sofisticadas basadas todas en una simple receta: harina, agua y levadura.


PAN:

500gr de harina de fuerza
14gr de levadura fresca de panaderia ( 7gr de levadura seca para pan)
1 cucharada de aceite de oliva
1 cuacharadita de sal 
300ml de agua tibia ( mas o menos) ( que temperatura es "tibia"?, pues la temperatura en la que no nos quemamos entre 25 y 35 grados)

Poner en un bol la harina, las sal y el aceite y revolvemos hasta que las sal este bien integrada con la harina. Lo del aceite no cuenta mucho.
Disolvemos la levadura fresca en media taza de agua tibia separad a parte de los 300ml. En el caso de usar levadura seca, leed el paquete ya que hay unas que se echan directamente en la harina, pero hay otras que hay que 'despertar' en el agua y con un poco de azucar.

Agregamos el agua con la levadura a la masa y empezamos a mezclar.
Continuamos agregando el resto del agua hasta conseguir una masa bastante amorfa y pegajosa.
Volcamos la masa en la encimera espolvoreada previamente con harina.
Y empezamos a amasar.
Lo importante en realizar presión sobre la masa con la parte de atrás de la plama de la mano y estirar la masa hacia adelante.
Pero os voy a contar un secreto, poco profesional, pero que funciona para amasar el pan:
amasar la masa como si fuese una salchicha.
Cuando sea el doble de larga que la anchura de las manos, doblad los las mitades exteriores hacia el medio y amasar de nuevo en forma de salchicha. Repetir esta operación 4 o 5 veces.
Después coged las salchicha doblada a la mitad, colocadla en perpendicular a vosotros y empezad a hacer la salchicha de nuevo. Imaginad que se trata de una masa que hay que amasar en todas las direcciones, por eso se cambia ahora de postura. Esto lo debemos hacer repitiendo los pasos unos diez minutos.

La masa estará bien cuando estirandola no se rompa de golpe, si no que nos deje estirarla como si fuera queso fundido. Otra prueba para saber si esta perfecta es apretar con un dedo y si el hoyo se rellena facil y rapidamente, vamos por buen camino.  




Problemas que pueden aparecer:
-la masa esta muy seca y dura ( parece como piel seca con grietas)
Solución: Hay que añadir humedad, es decir agua. Lo mejor es mojarse las manos y seguir amasando hasta que la masa este elástica y nos permita estirarla. 
-la masa esta muy húmeda, es pegajosa y no se deja trabajar bien.
Solución: espolvorear mas harina sobre la masa y amasar hasta que deje de pegarse.
-tenemos las manos llenas de masa: y no somos capaces de hacer nada si mancharlo todo.
 Solución:: espolvorear harina sobre las manos y restregar, pero cuidado de no usar demasiada harina y dejar la masa muy seca.

Ahora devolvemos la masa al bol y lo cubrimos con film transparente. En caso de no tener film, pues humedecemos un trapo de cocina y lo ponemos cubriendo el bol. Esto es para que el pan no pierda la humedad y empiece a formar costra.

Y ahora dejamos el bol en un lugar cálido ( mas de 20 grados pero menos de 30) alrededor de una hora, o hasta que doble el volumen.

Tras esperar una hora o aprovecharla para hacer un montón de cosas de esas que nos entretienen devolvemos la masa a la encimera.
La cuestión ahora es extraer el aire que la levadura ha formado en el pan así que amasamos la masa de nuevo sin romperla alrededor de un minuto.
este es el momento de darle a la masa la forma de pan que mas nos guste. 
yo me decido muchas veces por un molde rectangular, el cual unto de mantequilla o aceite y espolvoreo de harina, cubriendo todo el molde para evitar que se pegue.
A la masa le doy una forma un poco rectangular y la coloco en el molde intentado que cubra todas la base. Entonces espolvoreo harina encima de la masa.

Y otra vez a esperar. Volvemos a poner la masa a crecer en el mismo lugar que  antes.
En esta ocasión al cubrir la masa, procurad que lo que pongáis encima deje espacio a la masa para crecer. La harina que he espolvoreado sobre mi masa evitara que se pegue el film.

Una hora mas tarde, el pan parece ya un pan pero sin color. Es la hora de hornearlo.
En el horno precalentado a 220 grados centígrados , introducimos el pan en el centro del horno por unos 10 minutos, y posteriormente bajamos a 190 grados y terminamos de cocer el pan por otros 20-25 minutos.

Pasado este tiempo, el pan debe estar cocido. Lo volteamos y desmoldamos, y dandole unos golpecitos en la base debería sonar a hueco. Si es así, esta terminado, y si no, lo podemos devolver al horno por otros 4-5 minutos. Ahora si que estará terminado.



Y bueno, ahora os toca cocinar otra cosa para poder acompañar al pan.